Los anunciados estudios son una solapada reinstalación de la pesca de arrastreNOTICIAS

Jorge A. Jiménez
Director General
Fundación MarViva.

En los próximos días el INCOPESCA estará iniciando estudios para supuestamente analizar “Nuevas alternativas para la pesca responsable de camarón de profundidad en el océano Pacífico costarricense”. Aparte de ser ya abiertamente criticado por especialistas pesqueros, científicos y biólogos marinos del país por contener una deficiente metodología que generará resultados errados, el estudio no aporta nuevas técnicas ni métodos, y por el contrario, permitirá que una flota de ocho barcos arrastreros, altere los fondos marinos mientras colecta información de mala calidad.

¿Qué criterios científicos se usaron para establecer que serían 8 embarcaciones las que se utilizarían en el “estudio”? El INCOPESCA ha comunicado que…“las 8 embarcaciones se dan por un tema socioeconómico, ya que de momento hay 8 familias dueñas de barcos que pueden hacerle frente al proceso de investigación”. Similarmente los empresarios del arrastre han aclarado en medios de comunicación que este número se fijó “para hacer (el proceso) más equitativo y democrático; de las familias que quedan en Costa Rica con embarcaciones, cada una de estas familias tomará una embarcación”. Es claro, entonces, que no existen criterios científicos, sino meramente criterios de conveniencia política para determinar que seaan ocho barcos.

El número de embarcaciones que operen en este “estudio” no es un tema menor, pues el daño que se le haga al fondo marino y a las poblaciones de organismos es mayor cuanto mayor sea el número de embarcaciones usadas. A pesar de la relevancia de este tema, el INCOPESCA autoriza al menos a ocho barcos, sin aportar ningún análisis científico que justifique su número. Según la metodología propuesta, estas 8 embarcaciones van a arrastrar durante los dos años de “estudio”, unos 4,580 Km2 de fondos marinos (el equivalente a unas 715,625 canchas de futból). Esta es un área similar a la arrastrada por la flota camaronera en el 2007, cuando la prohibición al arrastre no existía. O sea en términos de daño al fondo marino estaremos repitiendo la destrucción que se había detenido con la Sentencia de la Sala Constitucional en el 2013. En este mismo tema, la academia ha afirmado en medios de comunicación que 3 barcos serían suficientes para realizar la investigación requerida.

Para agregarle más cuestionamientos al estudio, las capturas de camarón y de la Fauna de Acompañamiento (FACA) serán comercializadas por las flotas semi-industriales. Esto será posible por una reforma al artículo 18 de la Ley de Pesca y Acuicultura, promovida desde el Gobierno y aprobada el año pasado, la cual originalmente pretendía permitir que el INCOPESCA realizara investigaciones pesqueras en asocio con organizaciones pesqueras artesanales. Sin embargo, la reforma sufrió modificaciones para que su alcance beneficiara, también, a la pesquería del camarón de arrastre. De esta manera, en un “estudio” que tendrá una intensidad de pesca similar a la que se realizaba antes de la prohibición del arrastre, los dueños de embarcaciones privadas podrán comercializar el producto generado en el “estudio”. Lejos de regular esta comercialización, el INCOPESCA, afirma que las capturas se podrán disponer con total discreción por parte de los dueños de las embarcaciones e, inclusive firmó “Cartas de Compromiso de Cumplimiento” en las que (en su acápite xiii) se especifica que: “En el caso de una producción alta que obligue a realizar el desembarco por llenado de la capacidad máxima de las bodegas, esto se deberá realizar cuantas veces sea requerido y será considerado como un viaje de pesca”. De esta forma, el barco camaronero podrá llenar sus bodegas al máximo, comercializar el producto desembarcado y volver a llenar sus bodegas y volver a comercializar el producto desembarcado, “cuantas veces sea requerido”, considerándose toda esta operación un solo “viaje de pesca”. Adicionalmente, las mismas “Cartas de Compromiso” (en su acápite xvi) establecen que los industriales podrán recibir del gobierno “combustible a precio preferencial para el desarrollo de la investigación”. Es claro y manifiesto el interés de beneficiar la operación extractiva.

INCOPESCA ha informado que adicionalmente, el arrastrero industrial podrá comercializar la Fauna de Acompañamiento (FACA) con valor comercial, o sea: aquellas especies de peces con valor comercial, que además del camarón sean capturadas en las redes. Esto es un reconocimiento tácito de que la “novedosa” red capturará cantidades comercialmente importantes de peces, en competencia directa y desleal con el sector de pesca artesanal. La FACA sin valor comercial (miles de pequeños peces, moluscos, crustáceos, cnidarios, corales suaves, etc.) será lanzada muerta al mar desde cada barco

Es aparente en este “estudio”, que el esmero por favorecer la pesca comercial del camarón es mucho mayor que aquel puesto en generar una investigación científica sólida. Desde el punto de vista económico este es un mal esquema para el país. Aparte de desconocer cuál será el margen de utilidad económica del sector arrastrero, los costarricenses financiaremos millones de colones para atender aspectos como el equipamiento y el pago de contratos además de venderle a los barcos el combustible a “precio preferencial”. Si a esto se le une la destrucción generada y el cuestionado valor científico de los resultados, es sorprendente que el país quiera implementar este “estudio”. Lejos de orientarse a generar información que cumpla con lo requerido por la Sala Constitucional, parece que este estudio está más interesado en asegurar ingresos al sector industrial del camarón.

Fotografía: Luciano Capelli